EN DEFENSA DEL NACIONALISMO PURO
Por Alfredo Cepero.
Es importante que comencemos por definir los término según el
diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
NACIONALISTA: Partidario del nacionalismo.
NACIONALISMO: 1.- Apego de los naturales de una nación a ella propia y a
cuanto le pertenece. 2.- Doctrina que exalta en todos los órdenes la
personalidad nacional completa, o lo que reputan como tal los
partidarios de ella. 3.- Aspiración o tendencia de un pueblo o raza a
constituirse en estado autónomo.
EL NACIONALISMO PARA EL PARTIDO NACIONALISTA DEMOCRATICO
Para nosotros el nacionalismo es:
-
El mas hermoso de los sentimientos que puede albergar un corazón
humano por la tierra donde vió la luz primera.
-
Posición política desde la cual las naciones pequeñas pueden
contribuir a la estabilidad política internacional y competir en los
mercados globales preservando su soberanía y promoviendo el bienestar de
su pueblo.
-
Antídoto frente al falso internacionalismo que caracterizó la
ideología comunista y la conducta de sus jerarcas y testaferros.
-
En el caso de Cuba, preservación de nuestras esencias nacionales
frente a la venta indigna de nuestra patria por gobernantes
inescrupulosos durante el siglo pasado; sobre todo por la tiranía comunista que nos esclavizó a partir de 1959.
RESCATEMOS NUESTRO IDIOMA
El siglo pasado se caracterizó por la proliferación de ideologías
demagógicas y doctrinas de odio que supieron manipular el arma de la
propaganda masiva para promover sus fines totalitarios. Las principales,
como ya sabemos hasta la saciedad, fueron el comunismo, el facismo y el
nazismo. Los comunistas se apoderaron de una hermosa palabra que une a
dos personas en la búsqueda de la felicidad o del bien común y que ya
los demócratas no nos atrevemos a pronunciar por mediocridad o cobardía.
Me refiero a la palabra “compañero”. Por otra parte, llegaron a la
osadía de llamar a la Alemania Comunista República Democrática Alemana. En el caso del nazismo, la definición de su doctrina como “Nacional
Socialismo” y el uso de la misma para justificar la agresión a sus
vecinos y el exterminio de minorías étnicas internas alteró en la mente
de muchos el significado tradicional del nacionalismo como sentimiento
de orgullo y doctrina promotora de justos intereses nacionales.
Fracasadas todas estas doctrinas, ha llegado la hora de que rescatemos
nuestro idioma y utilicemos con propiedad los términos de “democracia”,
“nacionalismo” y “compañero”.
ACUERDOS ADOPTADOS POR LA COMISION DE ASUNTOS POLITICOS DEL PND EL 26 DE
AGOSTO DEL 2003
Los cuatro puntos analizados y acordados por unanimidad fueron los
siguientes:
- POLITICA DE PIES “SECOS, PIES MOJADOS”.
El Partido Nacionalista Democrático propone la sustitución de la absurda y
ambivalente política de “pies secos, pies mojados”por una política coherente
con la tradición democrática, incluyente y compasiva de los EEUU, donde sean
aceptados como refugiados políticos todos los cubanos que logren escapar de
la tiranía comunista. Proponemos,por lo tanto, que no se establezcan
diferencias en cuanto a la forma en que esos cubanos lleguen a tierras de
libertad. Por otra parte, consideramos que la compasión hacia las víctimas debe ir
acompañada por una política firme de contención, aislamiento y, finalmente,
derrocamiento del Régimen Comunista de Cuba. Para ello, estimulamos al
Gobierno de los EEUU a crear los mecanismos que permitan enfrentar y
neutralizar cualquier intento del Régimen Castrista de desestabilizar a la
sociedad norteamericana con una invasión masiva de elementos indeseables .
- EL TITULO III DE LA LEY HELMS-BURTON.
Esta ley, que en su momento fué recibida con júbilo por la comunidad
cubanoamericana y percibida como el instrumento idóneo para poner de
rodillas al tirano, ha devenido en un motivo de frustración para nuestro
exilio y una pérdida de credibilidad para el Gobierno de los Estados Unidos.
Intereses económicos y consideraciones erróneas de política internacional
que escapan tanto a nuestro conocimiento como a nuestro entendimiento han
paralizado lo que constituye el brazo armado de la Ley Helms-Burton.
Sin la aplicación del Titulo III, que castiga con la negación de visas
norteamericanas a los socios internacionales de Castro en el saqueo de
propiedades y fortunas de ciudadanos privados, la Helms-Burton se ha
convertido en una prueba fehaciente de la falta de voluntad del Gobierno de
los EEUU de contribuir a poner fín a la tragedia del pueblo de Cuba.
Por lo tanto, el PND considera que si el Gobierno de Washington desea
recuperar nuestra confianza en la bondad de sus intenciones, no tiene otra
alternativa que aplicar con firmeza y en su totalidad la Ley Helms-Burton.
En nuestra opinión, la ley no aplicada es peor que la ausencia de la misma,
porque, si ésta crearía un vacío jurídico, la primera desprestigia al
gobierno que la ignora.
- EL TERRORISTA DE LA HABANA
El derribo de las dos avionetas de Hermanos al Rescate y el asesinato de sus
cuatro indefensos ocupantes pudo no tener la magnitud de la voladura de las
Torres Gemelas del Centro Mundial de Comercio; pero constituyó un acto de
terrorismo flagrante, repulsivo y admitido por un jefe de estado extranjero. De ahí que el argumento de que Fidel Castro no puede ser encausado por este
delito debido a su condición de jefe de Estado constituya un acto de
hipocresía, o por lo menos de indiferencia ante la tragedia del pueblo de
Cuba. Si Castro cometió y admitió haber cometido un delito como jefe de
Estado, su condición de tal no debe servirle de manto de impunidad ante el
castigo. Los presidentes Reagan, Bush padre y Clinton no tuvieron reparos en
ajustarle cuentas a los jefes de Estado de Granada, Panamá o Haití a la hora
de promover la libertad y defender los derechos humanos en esos paises. El PND considera que el pueblo cubano tiene los mismos derechos y el
Gobierno de los EEUU los mismos deberes de contribuir a la libertad de Cuba,
tal como lo hizo en los casos de Granada, Panamá y Haití.
- NEGOCIACIONES ENTRE WASHINGTON Y LA HABANA RESPECTO A CONDENAS DE
PRIVACION DE LIBERTAD CONTRA CUBANOS APRESADOS POR LOS GUARDACOSTAS NORTEAMERICANOS.
La repatriación a Cuba de infelices que no logran pisar tierras
norteamericanas es un estigma que siempre manchará la administración del
Presidente Clinton. La continuación de esa política por la administración
del Presidente George W. Bush ha creado un abismo en las tradicionalmente
buenas relaciones entre el exilio cubano y el Partido Republicano. Pero la decisión del actual gobierno de negociar con la
tirania de castro las penas de privación de libertad de un grupo de refugiados cubanos
constituye una ingratitud y más aún una burla por parte de un presidente que
le debe su victoria electoral al apoyo incondicional y hasta vehemente del
exilio de Miami. El PND reclama del Gobierno de los Estados Unidos que ponga fín de inmediato
a esta política nefasta y propone a los ciudadanos norteamericanos de orígen
cubano que aprendamos a utilizar el arma del voto como medio de lograr el
apoyo de los políticos y gobernantes del país. Acabemos con la
incondicionalidad hacia los partidos y declaremos nuestra más absoluta
incondicionalidad a la libertad de Cuba y a quienes nos apoyen en esa
empresa.
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